Muchas enfermedades pueden afectar a la piel de forma primaria o secundaria, para ello se realizan todo tipo de pruebas específicas para el correcto diágnóstico:
- Raspados.
- Citologías.
- Prueba del Acetato.
- Luminiscencia con lámpara de Wood.
- Examen del pelo (tricografía)
- Punciones de lesiones inflamatorias u oncológicas.
- Biopsias cutáneas.
- Cultivos bacterianos y fúngicos.
- Pruebas de alergia alimentarias y ambientales más comunes.